sábado, 16 de noviembre de 2013

Sobre la Unión Europea y el Euro

Por Abelardo, de Fuerza Republicana

España es el tercer país de la Unión-Europea donde más ha bajado la industria desde la implantación del euro. Ya con la entrada en el antiguo Mercado Común se destruye una parte de nuestra industria. En 1.970 éramos la 7ª nación en industria del mundo; el peso del sector industrial en el PIB de España era del 34%, ahora es del 13%. A este proceso de destrucción industrial se suma ahora una pérdida de propiedad. En las negociaciones para entrar en el Mercado Común, las potencias europeas exigen el desmantelamiento o venta de industrias españolas. Altos hornos y astilleros son sometidos a una reconversión brutal que los reduce a un mínimo. La automoción (SEAT, Ebro, Santana y Motor Iberia) pasa a propiedad extranjera. SEAT después de que el Gobierno le regalase miles de millones, es vendida por una peseta. España era la 1ª potencia europea en pesca, gran parte de su flota fue desmantelada. Se pone un límite a la producción láctea, por debajo del consumo de los españoles, lo que obliga a cerrar a miles de granjas. La oligarquía financiera española se reserva para ella el dominio en algunos sectores: energía, banca, seguros, turismo, transporte y poco más; pero con el paso del tiempo los españoles/as fueron perdiendo la propiedad de sus empresas. En Iberdrola tienen una gran participación los fondos extranjeros, Endesa está controlada por los italianos, Airtel pasó a los británicos, Amena a los franceses. Se perdieron también Tabacalera, Iberia, Repsol, las Cajas de Ahorro, etc. Algunas/os piensan que esto da igual, pero la realidad nos muestra que no da igual; ahí están los cinco millones largos de parados, la enorme deuda española (privada y pública), el aumento del número de pobres y los recortes. Y las famosas ayudas de la UE a España, no fueron ayudas, fueron una compensación a la renuncia del Estado Español a cobrar el impuesto que cobraba a los productos procedentes del extranjero.

La mayoría de los millonarios, fueron y son, muy ambiciosos, lo que les empuja a aumentar sus fortunas. Para enriquecerse mucho necesitan: mano de obra barata y apropiarse de lo que es de otras y otros (dinero, bienes materiales y mercado). Para enfrentar esta situación, las buenas personas, constituyeron la nación, a fin de defender a la población de los abusos de los más ricos y poder mejorar su vida (al propiciar un reparto más justo de la riqueza, un desarrollo tecnológico, unas leyes, una Justicia, etc). Las naciones fueron desde la antigüedad una barrera a las ambiciones de los de dentro de la nación y de los de afuera. Cuando los más ricos vieron que si abusaban de la población de su nación podía provocarse una revolución, idearon otra forma de enriquecerse: conquistar a otras naciones y así poder hacer en ellas lo que no podían (o no era aconsejable) en sus naciones; surgieron así los imperios. Pero la ocupación militar de unas naciones por otras, generó casi siempre resistencia armada, por lo cual la élite económica ideó, siglos después, otra forma de conquista, la económica. En ésta forma de conquista, las grandes empresas se apoderan del mercado de las naciones para explotar a sus poblaciones, para ello compran a sus políticos y crean estructuras políticas supranacionales, tales como los Estados Unidos o la Unión-Europea

En Europa se establecieron acuerdos entre varias naciones para el intercambio de algunos productos, algo que no es malo. Pero el objetivo final de los millonarios iba más allá y era destruir a las naciones para que la soberanía nacional, no fuera un impedimento a su enriquecimiento y a sus delitos. Así se llegó a la Unión-Europea, que fue aumentando su poder con la compra de voluntades (con dinero que salía de grandes empresas o con dinero público) y planteamientos engañosos. Bastantes naciones cedieron su “soberanía monetaria”, con lo cual  el gran objetivo de los millonarios se alcanzó. La élite económica tiene ahora el control económico y político de la mayor parte de Europa, lo que le permite enriquecerse más al quitarle la mayor parte del mercado a las clases, media y baja; al producir en naciones con moneda muy baja (y salarios también muy bajos) y vender aquí; al controlar la moneda e imponer la política económica que les interesa; y al apropiarse de dinero público y de los recursos naturales.

Los millonarios utilizan bien a la Unión-Europea (UE). Desde el principio, hicieron que en unas naciones se mantuviera el nivel de vida porque sus poblaciones más participativas en política, hubiesen reaccionado, si las hacen, lo que nos hicieron, en lo económico, a las naciones del Sur de Europa. Estas del Sur, con una mayoría de políticos comprables y unas poblaciones, fácilmente engañables por sus políticos y sindicatos, fueron las idóneas para llevar a cabo el expolio económico y aportar a otros países la mano de obra barata que necesitaban y que iba a surgir tras el empobrecimiento de las naciones del Sur de la Unión-Eropea; y así sucedió. 

El euro y la pérdida de mercado que sufre la clase, baja y media, causada por la Unión-Europea y el ultraliberalismo, es la causa del paro masivo, de la precariedad laboral, de los recortes, del descenso del poder adquisitivo de las pensiones y de que los gastos del Estado sean superiores a sus ingresos (a pesar de la subida de impuestos). Hoy, lo que ingresa el Estado no permite atender los gastos, porque producimos poca riqueza real (por culpa de la globalización y de la Unión-Europea), y el Gobierno tiene que recurrir a créditos y recortes. Además del dinero que gastamos, una parte importante, se lo llevan las multinacionales y no se reinvierte en España, lo que también perjudica la creación, aquí, de puestos de trabajo, y colabora en el empobrecimiento general. También nos enfrentamos a corto plazo con el problema de las pensiones que perderán mucho poder adquisitivo a no ser que salgamos de la Unión-Europea y reconduzcamos la globalización.. La solución está en crear aquí muchos puestos de trabajo y para eso necesitamos la soberanía política y económica. Hay que aumentar el turismo, la exportación y la producción aquí de bienes reales; y lo más importante: que los beneficios de las actividades económicas que se desarrolla en España sean para los españoles (y residentes) y se reinviertan aquí. Ahora una parte importante se va para el extranjero.

A todo esto hay que añadir el enorme coste que la Unión-Europea tiene para cada Estado miembro (pagar jueces, pagar Tribunales, pagar elecciones, pagar diputados, etc).

De forma aproximada la salida del euro y de la Unión-Eropea, nos permitirá crear inicialmente unos cinco millones de puestos de trabajo. Por sectores, sería así:
  1. Un millón, en ganadería y agricultura (producción española, mediana y pequeña).
  2. Medio millón en exportación (con moneda baja se podrá exportar mucho más).
  3. Un millón en industrias de comercialización en España de productos ganaderos y agrícolas.
  4. Medio millón entre pesca (al poder negociar directamente con los países que tienen los  bancos pesqueros), cultivos marinos y piscifactorías; y su comercialización.
  5. Medio millón en fabricación española y aquí. de maquinaria agrícola, de pesca, televisores, ordenadores, barcos, camiones, etc; y su comercialización aquí.
  6. Un millón en hostelería (con moneda baja aumentará el turismo). 
  7. Medio millón en fabricación española de energías alternativas y su distribución en España.
  8. Medio millón en fábricas españolas de medicamentos y productos químicos; y su comercialización en España.    
  9. Medio millón de puestos de trabajo en pequeños comercios de españolas/es y residentes.
  10. Medio millón en talleres y fábricas de ropa ubicadas en España y su comercialización aquí.
Para crear estos puestos de trabajo necesitamos salir de la Unión-Europea, porque ésta no nos permite crearlos, y también del euro. Ambos nos impiden tener nuestra política económica propia, nos limitan la exportación (los datos de exportación del Gobierno no son verdaderos porque mete como exportación lo que no es) y nos impiden también hacer una gran inversión económica dirigida a activar los sectores productivos, lo que es fundamental en este momento para la reactivación, inversión que se haría al imprimir de gran cantidad de billetes de nuestra moneda y garantizando el Estado las inversiones privadas de españoles en empresas públicas y mixtas. Los productos fabricados en el extranjero que se vendan en España tendrán un impuesto que dependerá de los acuerdos bilaterales que tengamos con cada nación, lo que aumentará los ingresos del Estado. A partir de este punto de partida, el Estado tendrá más ingresos que gastos por lo que se podrán bajar los impuestos e invertir en servicios importantes (sanidad, etc), los particulares tendrán trabajo y con jornada de menos horas (el paro será mínimo), los autónomos tendrán crédito procedente de la banca pública española, se detendrá la salida de españoles para trabajar en otros países y se podrán contratar bastantes extranjeros para trabajar en España (lo que será bueno para garantizar el nivel de las pensiones).

Que la salida de la Unión-Europea nos causará grandes daños económicos es “una falsedad”, como falso resultó lo que dijeron en su momento nuestros dirigentes políticos para que no nos opusiéramos a la entrada (qué iban a subir los salarios, que iba a ver un enriquecimiento general, etc). Suiza es una nación que tiene menos recursos naturales que España, no está en la Unión-Eropea, pero es la nación con más recursos económicos por persona del mundo. La permanencia en el euro y la Unión-Eropea, sí, que nos seguirá perjudicando.

Si echamos el jugo de un limón en un litro de agua, tenemos una limonada, pero si echamos en mil litros de agua un limón, se dispersa tanto que ya no hay limonada. Así ocurre con la Democracia. En una nación pequeña o mediana, nuestra opinión tiene un peso pequeño, pero vale algo, y hay posibilidad de participar en política, y comunicarse con otras y otros. En cambio en una macronación, la decisión de cada persona se diluye y vale casi cero (es como si no hubiera Democracia), y para los partidos políticos que representan a las clases, media y baja, se hace muy difícil competir con los grandes partidos de la clase alta, que tienen ventaja y más en un territorio como Europa con tantos idiomas y tantas distancias. Las decisiones importantes las toman los elegidos por unas/os que fueron elegidos, por otras/os, que a su vez fueron elegidos por otras/os, que elegimos nosotras/os (Democracia muy diluida y demasiado indirecta).

La Unión-Europea fue dotada desde su creación de unas normas no-democráticas. Las cuestiones importantes no las decide el Parlamento. La Justicia es muy cara y lenta (por tanto no es útil). Y como en toda macronación los partidos de los millonarios tienen una gran ventaja en la competición electoral al disponer de grandes cantidades de dinero público que le dan los estados y de dinero privado que le donan sus partidarios, y tener también a su favor al 99% de los medios de comunicación privados (propiedad de los millonarios) y públicos (por la complicidad frecuente de los gobiernos). En la Unión-Europea, el control de lo público y la Democracia, son unas utopías (se facilitan la especulación, las trampas, los delitos impunes, a quienes están en situación ventajosa, que son los más ricos, los políticos con cargo y los funcionarios.

Con estas consideraciones, solo los ingenuos  o  los que sacan un beneficio personal,  pueden decir: otra Europa es posible. No, otra Europa, no es posible. No nos autoengañemos. No podemos seguir creyendo en quimeras. Aun estamos a tiempo de solucionar los problemas. Pero no, no habrá solución sin la salida de España de la Unión-Europea y del euro; y estaremos cada día un poco peor.

Por otra parte, importa algo la nación española. ¿Para qué han muerto españoles, los últimos siglos, defendiendo España? Para que ahora se destruya porque eso interesa a los millonarios, extranjeros y españoles. En el caso de que nos fuera bien en lo económico dentro de la Unión-Europea, sería esa razón suficiente para destruir España. Y aun por encima nos va mal. No hemos oído una sola razón convincente que aconseje la permanencia de España en la Unió-Eropea. Nosotras/os lo tenemos claro: hay que salir del euro y de la Unión Europea. Y, por qué hay personas y partidos, que quieren que estemos dentro de la Unión-Europea. Podemos barajar varias razones, elijan ustedes la que consideren:
  • las y los, que defienden la permanencia en la UE, no entienden la realidad
  • los equivocados somos nosotras/os, por estar a favor de la salida de la UE
  • las y los, que defienden la permanencia en la UE, están comprados por los millonarios

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