miércoles, 29 de mayo de 2013

¡¡ Firma la campaña de ISI contra la reforma de las pensiones !!

ISI ha iniciado una campaña de firmas en Change.org contra la reforma de las pensiones. 

Aquí te incluyo el enlace a la página de Change.org donde podrás añadir tu firma contra esta nueva vuelta de tuerca del Gobierno de Rajoy contra nuestros mayores y contra quienes seremos mayores dentro de poco o de más tiempo.

No lo dudes... Sabemos que no es lo único que se puede y debe hacer, pero es algo más que se puede hacer.

¡Muchas gracias y difunde! ¡Pincha en el enlace y firma!

martes, 28 de mayo de 2013

Para construir una AGE de ámbito estatal necesitamos una ANOVA del mismo perímetro

En el texto de Carlos Marx y Federico Engels titulado LA IDEOLOGÍA ALEMANA se dice que toda clase que aspire a implantar su hegemonía tiene que empezar conquistando el poder político, para poder presentar su interés como el interés general, cosa a que en el primer momento se ve obligada.

Para ello, en la misma obra, llama a pasar de la competencia a la cooperación voluntaria de los individuos de esa clase social (también política), pues solo así nacerá un poder social, es decir, una fuerza de producción multiplicada, que supere y transcienda todo tipo de enajenación del ser humano; instituyendo individuos histórico-universales, empíricamente mundiales, en vez de individuos locales doblegados ante un poder ajeno y hostil que no dominan y que, por ello mismo, los sojuzga.

Por ello no me cansaré de repetir que si nuestro deseo es construir, o importar como dice Alberto Garzón, una Alternativa Galega de Esquerda (AGE) de ámbito estatal necesitamos una ANOVA del mismo perímetro; pues ni el "Bloque Común" que la IU hegemonizada por el PCE lleva pregonando desde los años 80 del siglo XX, ni la "Casa Común" que propugnara el PSOE en los años 90 del siglo XX; son herramientas válidas para abordar la realidad política y social de este nuevo siglo XXI en el que vivimos; pues ambos, el "Bloque Común" de la IU-PCE y "Casa Común" del PPSOE, como suele decir ese brillante analista electoral que es Jaime Miquel, no son otra cosa que la pugna por que la cremallera de nomenclaturas partitocráticas lleve en las candidaturas electorales más dientes de mi lado que de cualquier otro. En resumen, instrumentos ajenos y hostiles a la ciudadanía (por la falta de participación y transparencia del modelo de relación partitocrático en el que se sustentan) que terminarían, como ha ocurrido hasta ahora, contribuyendo a nuestro sojuzgamiento como clase social subalterna.

En el momento actual no necesitamos ni "Bloques Comunes" ni "Casas Comunes", sino CAUSAS COMUNES que nos unan. Un modelo de relación política y social similar al que expone Xosé Manuel Beiras en la entrevista realizada para Nueva Tribuna por Orencio Osuna (http://goo.gl/wslVI):

"La propuesta electoral que nosotros hicimos fue un programa muy escueto de dos docenas, más o menos, de ejes, de iniciativas, pero que recogían precisamente en Galicia las alternativas de los propios movimientos sociales, de las redes de los movimientos sociales que participaron en todos los procesos de encuentro y, por otra parte, de las reclamaciones y alternativas que fueron surgiendo de los movimientos inclusivos de los últimos tiempos como el 15M".

"AGE no nace pretendiendo ser una nueva organización política, un frente en el sentido sociopolítico sino como un acuerdo para la unidad de acción en una institución muy concreta que es la cámara de representantes gallega en el marco autonómico, pero que puede ser el punto de partida  para su reformulación en otras convocatorias electorales, por ejemplo, las municipales".

En conclusión decir que hoy más que nunca opciones del tercer espacio progresista y ciudadano (Compromís, Anova, la Coalición MÉS, CHA, ICV, Primavera Andaluza, Equo, etc...) han de saber sumar juntas y ofrecer una alternativa creíble y solvente a nivel de Estado. Pues para construir una AGE de ámbito estatal necesitamos una ANOVA del mismo perímetro.

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

miércoles, 15 de mayo de 2013

Cuando pelear y seguir soñando es la opción más obrerista


Por Antonio Criado | Secretario Gral. de Iniciativa Socialista de Izquierdas (ISI)

Este fin de semana, haciendo un esfuerzo increíble, un grupo de hombres y mujeres socialistas de toda España nos encontraremos en Masnou (Barcelona) para hablar de Unidad, de futuro y de Socialismo.

El momento a mí me traen recuerdos de otros tiempos, de otros momentos ya vividos y que en verdad que no esperaba tener que vivir una segunda vez; momentos de dificultades económicas, laborales y, sobre todo, un ataque tan brutal a las libertades tanto individuales como colectivas.

Hoy Mayo del 2013, es tan necesaria una organización obrera fuerte, independiente de los poderes y el régimen, como lo fue en los sesenta; si entonces en las dificultades y escasez del franquismo, fuimos lo suficientemente responsables para invertir en organizarnos y plantar cara al poder único e ir arrancándole, pellizco ha pellizco, trocitos de libertades y de bienestar social.

Nadie nos regaló nada, recuerdo con el esfuerzo que nos reuníamos, viajábamos o participábamos en reuniones ,asambleas y encuentros clandestinos, siempre con la amenaza de la social, que sabían quienes éramos y donde estábamos, pero era más fuerte nuestra responsabilidad, que el miedo y las amenazas. Cuantos bocadillos de mortadela, cuantos viajes en aquel tren carreta sin billete.

Hoy con todos los medios tecnológicos a nuestro alcance estamos huérfanos de información veraz, ya que la saturación a veces se convierte en  desinformación calculada por las grandes plataformas mediáticas, desde las grandes cadenas de TV y Radio se nos miente una y mil veces, se ha perdido el recato a mentir, se ha prostituído la palabra y los hechos y no pasa nada.

Por todo ello recordaba yo que esta película ya estaba vivida y olvidada, pero que por desgracia, nos va a tocar de nuevo ser actores y parte de la solución; porque delegar en otros es un error demostrado. Los que deberían hoy estar defendiendo a la clase obrera se han pasado al enemigo con armas y bagaje, ni están ni se les espera, de nuevo la clase obrera, esta vez tras despertar de un amargo sueño, se tiene que poner a estructurar sus herramientas organizativas para plantar cara al fascismo económico y a sus lacayos.

Esperemos que esta vez, tras derrotarlos de nuevo, porque sabemos y podemos, no nos encanten de nuevo con sus cantos de sirenas, diciéndonos que somos una clase media acomodada, que no, que no, que somos obreros y que nuestra única fuerza es nuestra unidad, nuestra creatividad y nuestra coherencia para saber ser generosas y unificar nuestras necesidades; sabemos hacerlo y eso es lo que queremos proponer e iniciar en este congreso federal de ISI.

Si tú nos ayudas será todo más fácil porque juntos somos más.

sábado, 11 de mayo de 2013

Un documento muy clarificador: Izquierda política y movimientos sociales ¿Un futuro en común?

Comparto con vosotros/as un documento muy clarificador.-

Izquierda política y movimientos sociales: ¿Un futuro en común?

La mayoría de las opiniones concuerdan en lo mismo.

Ahora lo que hay que potenciar son acciones comunes de reflexión y diálogo. En estos momentos toman una especial importancia la realización de jornadas.

A ello nos hemos de poner también nosotros. Jornadas de reflexión y diálogo en las que invitemos a ponentes de todas las organizaciones políticas, sociales y sindicales que laboren con nuestros mismos objetivos: Plantar cara al "austericidio"; Jugar todos y todas en el tablero electoral a través de Primarias Ciudadanas y Candidaturas Ciudadanas de Emergencia constituidas como Agrupación Electoral; Modelo Asambleario en el que quepa toda la izquierda política, social y sindical; etc...

Hay que buscar la complicidad, la confluencia y la cercanía con el mayor número de actores políticos, sociales y sindicales llamados a impulsar este proceso que va a sustituir al agotado sistema político e institucional de la Transición.

Si puedes y nos quieres ayudar a organizar Actos Públicos, Jornadas, Encuentros, etc..., en tu localidad no tienes más que informarnos y, entre todos/as, tratamos de apoyar en todo lo que se pueda, buscar ponentes y dar al evento la máxima publicidad y difusión posible.

Estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio.

Ánimo y adelante. Juntos somos más.

Recibid un muy fuerte abrazo.

Atentamente,
Javier Caso Iglesias | Promotor del Manifiesto por la Unidad de la Izquierda Plural Alternativa


jueves, 9 de mayo de 2013

Respuesta Cívica


Javier Madrazo Lavín | Profesor de Filosofía, Ética y Ciudadanía; parlamentario de Ezker Batua-Berdeak entre 1994 y 2001, y Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco entre 2001 y 2009.

En las últimas semanas se ha abierto un gran debate en relación a la idoneidad y oportunidad de la convocatoria de acciones de protesta o escraches ante las viviendas particulares y centros de trabajo de representantes políticos. En este contexto resulta inconcebible que Maria Dolores de Cospedal haya llegado a calificar estas actuaciones como muestras de “nazismo puro”. Pretenden criminalizar un movimiento cívico que lo que está reclamando es Justicia. Reivindicar la legitimidad del escrache implica también reivindicar un nuevo concepto de democracia avanzada, en el que la respuesta cívica de la sociedad civil organizada constituye un derecho fundamental y, además, un compromiso ciudadano.

El Partido Popular, y sus medios de comunicación afines , ha iniciado una particular cruzada contra estas acciones de protesta, lo que evidencia, de algún modo, su propia eficacia y la inquietud que generan entre quienes no tienen por costumbre asumir ninguna responsabilidad por sus hechos. En el Estado español la política ha estado blindada desde la transición, al igual que las instituciones, la banca o la patronal, y sus representantes creen equivocadamente que la comunicación con su electorado se limita a la emisión del voto una vez cada cuatro años. Así se explica el divorcio entre la política y quienes la ejercen, y la opinión pública, que cada día se siente más descreída y más impotente, pero, al mismo tiempo, más indignada y más consciente de los atropellos y abusos que comete el poder en todas sus expresiones.

El Gobierno de Mariano Rajoy sabe que los escraches dejan al descubierto grandes verdades, que prefieren ocultar. Su estrategia se desarrolla ahora en dos campos distintos, pero complementarios. Por un lado, se trata de desprestigiar estos movimientos de protesta como expresiones de violencia, amenaza y coacción; por otro, se persigue legalmente a sus organizadores, penalizándoles con denuncias y multas, apelando para ello al orden público y el derecho a la intimidad y a la protección. No deja de sorprenderme el cinismo y la hipocresía que se esconde tras estas medidas. Hemos llegado a oír declaraciones de dirigentes del Partido Popular que apelan a la presencia de menores en los domicilios e incluso a la inviolabilidad de los mismos. Los escraches son una forma pacífica de canalizar el derecho a la libre manifestación. Hay que recordar que la dación en pago es algo habitual en otros países de nuestro entorno, que por supuesto, frente a lo que algunos dicen, no quiebra la famosa unidad de mercado ni el suculento negocio bancario.Sencillamente es una medida de Justicia.

Por supuesto, quienes expanden estas afirmaciones, con una clara vocación de tergiversar y manipular la realidad, son precisamente quienes con sus decisiones condenan a la pobreza infantil a decenas de miles de niñas y niños, y fuerzan desalojos de familias con hijas e hijos a su cargo, olvidando que la vivienda sí es un derecho fundamental. La derecha sólo tiene sensibilidad cuando se trata de proteger sus intereses y sólo siente empatía por los miembros de su entorno. No sé qué consecuencias tendrán estos actos de protesta, pero, al menos, han servido para poner nerviosos a quienes no están habituados a recibir ninguna crítica en primera persona. Los escraches son un instrumento más de resistencia y reprobación en una coyuntura política en la que sólo nos queda la palabra como elemento de lucha. Intentarán secuestrarla y callarla, pero no lo lograrán. Han llegado demasiado lejos y a cada vez más gente le queda ya poco o nada que perder.

La estimación del CIS no es lo principal de la encuesta


Jaime Miquel | Analista electoral y ex director general de Gallup España

Resulta llamativa la variedad de titulares que ha generado la encuesta del CIS sobre la intención de voto a los partidos políticos, sobre todo porque la estimación que nos ofrece es muy parecida a la del barómetro del mes de enero, y en todo caso, la simple configuración de los porcentajes de votos válidos estimados esconde otro fenómeno que es ahora el principal, la desmovilización masiva de los electorados del ya extinto bipartidismo. El CIS no estima la tasa de participación porque el comportamiento electoral que declaran los entrevistados en las encuestas es claramente más participacionista que el real, y no existen constantes en estas desviaciones. Métodos indirectos, como relacionar las audiencias de los debates televisados con las tasas de participación, que funcionaron suficientemente durante el bipartidismo, ahora confunden.

Sin embargo, el CIS nos proporciona todos los elementos que necesitamos para realizar nuestras propias estimaciones y adentrarnos en el problema central que significa la pérdida de representatividad del sistema electoral en su conjunto. Que el PP haya retrocedido del 35,0 % al 34,0 % de los votos válidos en tres meses, según el CIS, resulta irrelevante; lo principal es que acumula una pérdida de 4,8 millones de votos desde las elecciones generales del año 2011, sobre todo, porque 3,6 millones de aquellos electores ahora no votarían a nadie. Lo mismo sucede con el PSOE, que el CIS nos diga que pasa del 30,2 % al 28,2 % nos parece que es decir muy poco, lo principal es que ha perdido en la legislatura 2 millones de votos y que acumula una pérdida de 6,3 millones de votos respecto a sus resultados del año 2008.

Los números son estos: la participación no superaría el 55 %, ganaría el PP con 6 millones de votos que pesan el 16,9 % del censo, 13,5 puntos de censo menos que en el año 2011, que pueden ser el 34,0 % de los válidos que dice el CIS, aunque más bien el 31,1 %. A continuación el PSOE con 5 millones de votos, que son el 14,0 % de todos los electores aunque representen el 28,2 % de los válidos según el CIS, más bien el 25,9 %; según Metroscopia o Simple Lógica algo más del 20 %, lo que nos parece poco. IU/ICV conseguiría 2,2 millones de votos que son 500.000 más que en el año 2011, lo mismo que UPyD, sumando ahora 1,6 millones de votos. Ambas formaciones se mueven en las cercanías del 10,0 % de los votos válidos y esto resulta insuficiente para retroalimentar el sistema. Dicho de otra forma, si estuvieran conquistando un número significativo de los electores que pierden el PSOE y el PP, estos se desplomarían en porcentaje de votos válidos.

Lo principal de este barómetro es que trae el registro histórico del 22,9 % de abstención decidida, algo que no puede impresionar al lector porque es un dato técnico, pero sí su traducción: desde las elecciones generales del año 2008, el bipartidismo ha perdido 10,5 millones de sus votantes mientras que la abstención ha aumentado en 7 millones de electores a los que ya no representa el sistema.

Primarias ciudadanas abiertas y una candidatura unitaria de emergencia


Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social
Como suele decir Jaime Miquel: "nosotros vamos yendo que los demás ya llegarán".

Lo importante ahora, para las organizaciones del Tercer Espacio de la Izquierda, es no quedarnos en una situación de impasse. Tenemos que ir marcando y desbrozando el camino.

El mejor mecanismo es el acuerdo para la unidad de acción política que centra su interés e intención en las causas comunes, no en las casas comunes; y, en el modo electoral, una candidatura unitaria de emergencia, una agrupación electoral con instrumentos de participación en Red y primarias ciudadanas abiertas; pues si hablamos de suma de siglas el fracaso estará garantizado.

Las organizaciones del Tercer Espacio de la Izquierda deben de lanzar el mensaje de una agrupación electoral, de un acuerdo para la unidad de acción política; pues eso, en realidad, es la idea básica de lo expresado por Gaspar Llamazares y Jose Mendi en el artículo titulado "Si estamos de acuerdo, ¿por qué no estamos de acuerdo?" (http://goo.gl/EzMDc).

El modelo que más se acerca a esto es la AGE Gallega. Como dice Xosé Manuel Beiras en la entrevista realizada para Nueva Tribuna por Orencio Osuna (http://goo.gl/wslVI):

"La propuesta electoral que nosotros hicimos fue un programa muy escueto de dos docenas, más o menos, de ejes, de iniciativas, pero que recogían precisamente en Galicia las alternativas de los propios movimientos sociales, de las redes de los movimientos sociales que participaron en todos los procesos de encuentro y, por otra parte, de las reclamaciones y alternativas que fueron surgiendo de los movimientos inclusivos de los últimos tiempos como el 15M".

"AGE no nace pretendiendo ser una nueva organización política, un frente en el sentido sociopolítico sino como un acuerdo para la unidad de acción en una institución muy concreta que es la cámara de representantes gallega en el marco autonómico, pero que puede ser el punto de partida  para su reformulación en otras convocatorias electorales, por ejemplo, las municipales".

Yo creo que lo importante es establecer qué modelo de relaciones propugnamos. A partir de ahí todo se hace sencillo. La mano tendida se ha de tener respetando ese modelo de relaciones entre las personas y las organizaciones de izquierdas que debemos de propugnar, un modelo horizontal, participativo, de No Sumisión, de trabajo en red y con primarias ciudadanas; un modelo que se sustente sobre el respeto a las opiniones de los demás, un modelo que trate de convencer y no de vencer; un modelo que no se base en la vota-botacracia, esto es, la utilización del mecanismo del voto para excluir.

Si una organización pretende establecer un tipo de relaciones de sumisión para con otra, o en relación con la ciudadanía, no se qué sentido tiene sumar con ella. En esto es en lo que debemos de ser muy claros. Ahora mismo hay una derecha en el poder por la sencilla razón de que hay otra derecha escondida en ciertos comportamientos de aquellos que se llaman de izquierdas.

Yo creo, como bien dicen Juantxo López de Uralde, Mónica Oltra, Reyes Montiel e Inés Sabanés (http://goo.gl/YKbS7) que hay que pasar de las casas comunes de la izquierda a las causas comunes. Hoy no valen ya las alianzas de siglas a la vieja usanza, los acuerdos por arriba, cupulares, en los que las fuerzas se reparten los puestos de una lista, porque los pactos deben nacer desde abajo. Quien piense que esto se arregla con pactos por arriba se equivoca. Los ciudadanos quieren procesos participativos, primarias, que se gobierne con ellos, no un despotismo ilustrado. No se puede hacer lo mismo de siempre con los mismos de siempre. Los ciudadanos no entenderían una especie de pasteleo entre formaciones políticas para sacar más votos. Lo calan enseguida. Sumar no siempre multiplica. Es necesario conformar proyectos amplios de la izquierda, pero si se hacen sobre la base del interés no funcionan.

Hay sumas que restan y nosotros debemos saber cuales son. El espacio de la autorepresentación política es un espacio que resta más que suma.

En el momento presente, las organizaciones del Tercer Espacio de la Izquierda, tenemos que dejarnos de tacticismos y lanzar una auténtica propuesta estratégica muy nítida como la que lanzó en Galicia Xosé Manuel Beiras. Solo así avanzaremos. No podemos estar permanentemente mirándonos unos a los otros a ver que hacemos. Una propuesta muy sencilla como la de Beiras, estableciendo modelo de relación (entre las organizaciones), modelo de comportamiento (para con los ciudadanos) y propuestas a conseguir (en el ámbito político, electoral e institucional).

Por mi parte también creo conveniente hablar con otras organizaciones políticas, sociales, ciudadanas progresistas y de izquierdas. Pero hemos de atrevernos a hacer las cosas públicas. Convocar Jornadas de Trabajo abiertas a la ciudadanía en las cuales cada organización exponga sus objetivos y se traten de buscar puntos de encuentro y acuerdo. Hemos de desechar como metodología las reuniones a puerta cerrada. Hay que abrir las puertas y las ventanas.

Haciendo cosas con otras organizaciones disiparemos los recelos y buscaremos cercanías y puntos de encuentro. Lo único que debemos de dejar claro es el modelo de relación con el que nos identificamos, esto es: un modelo horizontal, participativo, de No Sumisión, de trabajo en red y con primarias ciudadanas; un modelo que se sustente sobre el respeto a las opiniones de los demás, un modelo que trate de convencer y no de vencer; un modelo que no se base en la vota-botacracia, esto es, la utilización del mecanismo del voto para excluir.

Como siempre digo estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio.

domingo, 5 de mayo de 2013

Xosé Manuel Beiras: "La ciudadanía está harta de la agresión del poder"


Destacamos los párrafos que consideramos más relevantes de la entrevista realizada por Orencio Osuna a Xosé Manuel Beiras para Nueva Tribuna, y titulada "La ciudadanía está harta de la agresión del poder".  Son los siguientes.-

Los ciudadanos están hartos -además de los graves problemas que están padeciendo-, de la agresión del poder. Ellos eligen representantes que detenten, por delegación, un poder para resolver sus problemas y resulta que ese poder lo que hace es agredirles. En conexión con eso, lo que los ciudadanos perciben es que necesitarían que lo que ellos expresen en la calle se exprese en las cámaras de los representantes, e incluso la manera en que ellos se expresan fuese la forma en que lo hicieran los representantes de ese poder que es un poder despótico, oligárquico, disfrazado de democrático.

La propuesta electoral que nosotros hicimos fue un programa muy escueto de dos docenas, más o menos, de ejes, de iniciativas, pero que recogían precisamente en Galicia las alternativas de los propios movimientos sociales, de las redes de los movimientos sociales que participaron en todos los procesos de encuentro y, por otra parte, de las reclamaciones y alternativas que fueron surgiendo de los movimientos inclusivos de los últimos tiempos como el 15M.

Un fenómeno que hay que tener en cuenta en los últimos decenios es la creciente disociación entre la izquierda social y la expresión o representación política organizada en la sociedad política, que diría Gramsci, de la izquierda.

Bien, ¿y qué pasa con la izquierda institucional?: que cada vez está más fraccionada por la dinámica del aparato propio del Estado, que la lleva a que se rompan los puentes que son los partidos. Los partidos nacen como puentes entre los distintos sectores de una mayoría social. En los aparatos políticos de la izquierda, en lugar de retomar la situación, de reforzar sus vínculos con sus bases sociales, se dejan arrastrar por las dinámicas del aparato del Estado y se convierten en clase política en el sentido peyorativo de la palabra. Todo ello da lugar a la pérdida de credibilidad de la izquierda y, por lo tanto, las organizaciones de izquierda de la democracia representativa, de las bases sociales y cívicas de la izquierda en el aparato del Estado, cada vez son más vistas por la ciudadanía como menos representativas y son metidas en el saco, en el mismo cajón de sastre, de la casta política en general.

El proceso provoca que se corten los canales de comunicación entre la izquierda social y la política y provoca la concentración del poder en una oligarquía. Existe la percepción para la ciudadanía de que los inquilinos de las entidades políticas son muñecos de un ventrílocuo que está al margen de cualquier control, ya no sólo democrático, sino institucional y a la rotura de la relación entre ciudadanos y aparato del Estado. La ciudadanía más consciente considera inservibles los aparatos políticos de la izquierda para la solución de los problemas.

¿Cuál es para mí la situación dilemática? Que o bien la izquierda se regenera, se reformula, se reestructura, para conseguir expresar lo que necesita la izquierda social –que, además, con la polarización de la  desigualdad  abarca cada vez más a un conjunto más grande, de la base ciudadana, de lo que llamo yo ciudadanía común- o si no la nueva expresión política tendrá que emerger de la propia ciudadanía más activa.

Es necesaria una ruptura democrática como la que se intentó por la ciudadanía antifranquista y sus organizaciones tanto sindicales (sobre todo),  como sus organizaciones políticas clandestinas. Es necesario un proceso de ruptura democrática en el que hay que aprender de las causas por las que se frustró en su momento, en el tardo franquismo, en la llamada Transición y fue suplantada por la reforma política, como yo decía, de lo irreformable. Porque, claro, un régimen político democrático defectuoso se puede reformar para mejorarlo, pero un régimen antidemocrático no se puede reformar. Hay que lograr ahora ya una ruptura democrática con la segunda restauración borbónica.

AGE no nace pretendiendo ser una nueva organización política, un frente en el sentido sociopolítico sino como un acuerdo para la unidad de acción en una institución muy concreta que es la cámara de representantes gallega en el marco autonómico, pero que puede ser el punto de partida  para su reformulación en otras convocatorias electorales, por ejemplo, las municipales.

Para mí lo importante es si, en la lucha de la ciudadanía común, de las clases sociales explotadas y subalternas frente al capital y sobre todo contra el capital financiero, que es el que tiene la hegemonía en el periodo de estos tres últimos decenios, va a ser a favor de lo que está emergente o revienta. O, como diríamos en términos marxistas, que la correspondencia entre la base real de la sociedad y la superestructura jurídica política se rompe, deja de haber la correspondencia necesaria y,  por lo tanto, revienta por arriba, cambian las instituciones como cambiaron en la transición sistémica de modos de producción en la historia en distintos puntos del planeta. O si el capital financiero va a ser capaz de ahogar todo eso y entonces, fatalmente, ese monstruo no podrá disfrazarse indefinidamente y tendrán que emerger formas de neototalitarismo, lo que sería una tragedia enorme. Y luego está la otra dimensión, que es la dimensión del sistema en cuanto tal, es decir, de los límites a los que llegó la lógica del modo de producción capitalista. La lógica del sistema mundo que son los límites de resistencia posible y eso nos lleva a si el cambio, si la transición tiene que ser también sistémica en el sentido de que el capitalismo no puede cambiar… porque lo devora todo.

Puedes leer la entrevista en su totalidad pulsando sobre el siguiente enlace.-