jueves, 27 de junio de 2013

Hacia la Gran Coalición

FRANCÍ XAVIER MUÑOZ | Secretario de Organización de ISI ES

publicado en :
canarias-semanal.org  / lacasademitia.es / sanborondon.info / extremaduraprogresista.com

Ya tenemos el primer pacto de la legislatura de casi todo el centro-derecha parlamentario español. PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD, UPN y CC han firmado una proposición no de ley para que el Gobierno de España acuda al Consejo Europeo del 27 y 28 de junio con el respaldo del 90% de la Cámara Baja del Parlamento español a pedir al resto de gobiernos comunitarios medidas de estricto contenido económico que alivien la asfixia de los empresarios españoles, así como medidas que les reactiven el crédito. Una tibia referencia a las políticas de empleo juvenil y nada sobre desahucios, preferentes, emigración, becas, sanidad o desempleo. ¿Un pacto hecho a la medida de las clases sociales representadas por los partidos firmantes del mismo?
Fuera del pacto parlamentario han quedado todos los partidos de izquierda: IU, ICV, CHA, ERC, BNG, GBai, Compromís y Amaiur. ¿Se podían haber sumado estos partidos al pacto? Teniendo en cuenta que en el Consejo Europeo del 27 y 28 de junio se van a tratar temas tan interesantes para el gran capital como el tratado de libre comercio entre EEUU y la UE o la directiva europea de servicios, era cuanto menos arriesgado sumarse a un pacto que, de rondón, incluiría un apoyo total de la Cámara Baja del Parlamento español a cuanto se decidiera en dicho Consejo Europeo. El diputado de La Izquierda Plural, José Luis Centella, lo dijo alto y claro.
Los defensores del pacto se escudan en que ahora Europa comienza a hablar otro lenguaje, el del fin del austericidio, y que, por tanto, era bueno reforzar la posición de los gobiernos del sur de Europa ante este Consejo Europeo. Y el líder del PSOE, Rubalcaba, saca pecho defendiendo que ha sido el Gobierno de España quien ha virado en torno a Francia e Italia y no al revés, por lo que sería el Gobierno de Rajoy quien hubiera comenzado a cambiar de alianzas, sin importarle la ideología, con tal de beneficiar los intereses patrios, que ahora resultan más protegidos por gobiernos de centro-izquierda como el francés o el italiano.
Pero no hay que olvidar que este pacto comenzó a fraguarse a iniciativa de Rubalcaba y Felipe González, que visitó a Rajoy previamente en La Moncloa. Y no hay que olvidar la coyuntura electoral actual, con una encuesta tras otra revelando el fin del bipartidismo y el auge imparable de IU y UPyD. Para mí esta es la razón principal del dichoso pacto y no otra pues el PSOE, si hubiera querido escenificar un apoyo a las ideas defendidas por los gobiernos francés e italiano para el Consejo Europeo de finales de junio, podía haber promovido una declaración conjunta de los partidos socialdemócratas del sur de Europa a dichas ideas, sin tener que hacerse la foto con Rajoy, el jefe de gobierno que se está cargando el Estado social español.
Así que, hilando las maniobras en la sombra de Felipe González con la bajada de PP y PSOE en las encuestas, y unido todo esto a la agenda del Consejo Europeo del 27-28 de junio, se me antoja que, efectivamente, como decía Centella, de IU, este pacto parlamentario servirá para que casi todo el centro-derecha español apoye las nuevas iniciativas neoliberales que saldrán de dicho Consejo, quedando en segundo plano las propuestas que justificaban dicho pacto.
Así, además, PP y PSOE comenzarían a sentar las bases de ese futuro gobierno de coalición que ya barruntan para 2015, si al final las encuestas dan en la diana y ni PP ni PSOE consiguen sumar los apoyos parlamentarios para formar gobierno estable. El Gobierno de coalición PP-PSOE ya sabemos que tiene acérrimos defensores dentro del PSOE, todos ellos adscritos al sector social-liberal que ha vuelto a hacerse con la dirección del partido, después del paréntesis de Zapatero.
En mi opinión, este pacto parlamentario escenifica definitivamente el giro liberal del PSOE que, espoleado por la pérdida de votos a su izquierda, ha decidido que es mejor pescar en el electorado de centro-derecha, vista la pérdida de votos que experimenta el PP,  votos que no son, desde luego, de izquierda. Una vez más, de las dos almas del PSOE, la obrera y la liberal, vuelve a ganar ésta última la batalla porque, ya lo ha dicho Rubalcaba, “el PSOE es un partido de gobierno y no de oposición”.

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