publicado en :
canarias-semanal.org / lacasademitia.es / sanborondon.info / extremaduraprogresista.com
Ya tenemos el primer pacto de la legislatura de casi todo
el centro-derecha parlamentario español. PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD, UPN y CC han
firmado una proposición no de ley para que el Gobierno de España acuda al
Consejo Europeo del 27 y 28 de junio con el respaldo del 90% de la Cámara Baja
del Parlamento español a pedir al resto de gobiernos comunitarios medidas de estricto
contenido económico que alivien la asfixia de los empresarios españoles, así
como medidas que les reactiven el crédito. Una tibia referencia a las políticas
de empleo juvenil y nada sobre desahucios, preferentes, emigración, becas,
sanidad o desempleo. ¿Un pacto hecho a la medida de las clases sociales
representadas por los partidos firmantes del mismo?
Fuera del pacto parlamentario han quedado todos los partidos
de izquierda: IU, ICV, CHA, ERC, BNG, GBai, Compromís y Amaiur. ¿Se podían
haber sumado estos partidos al pacto? Teniendo en cuenta que en el Consejo
Europeo del 27 y 28 de junio se van a tratar temas tan interesantes para el gran
capital como el tratado de libre comercio entre EEUU y la UE o la directiva
europea de servicios, era cuanto menos arriesgado sumarse a un pacto que, de
rondón, incluiría un apoyo total de la Cámara Baja del Parlamento español a
cuanto se decidiera en dicho Consejo Europeo. El diputado de La Izquierda Plural,
José Luis Centella, lo dijo alto y claro.
Los defensores del pacto se escudan en que ahora Europa
comienza a hablar otro lenguaje, el del fin del austericidio, y que, por tanto, era bueno reforzar la posición de
los gobiernos del sur de Europa ante este Consejo Europeo. Y el líder del PSOE,
Rubalcaba, saca pecho defendiendo que ha sido el Gobierno de España quien ha
virado en torno a Francia e Italia y no al revés, por lo que sería el Gobierno
de Rajoy quien hubiera comenzado a cambiar de alianzas, sin importarle la
ideología, con tal de beneficiar los intereses patrios, que ahora resultan más
protegidos por gobiernos de centro-izquierda como el francés o el italiano.
Pero no hay que olvidar que este pacto comenzó a
fraguarse a iniciativa de Rubalcaba y Felipe González, que visitó a Rajoy
previamente en La Moncloa. Y no hay que olvidar la coyuntura electoral actual,
con una encuesta tras otra revelando el fin del bipartidismo y el auge
imparable de IU y UPyD. Para mí esta es la razón principal del dichoso pacto y
no otra pues el PSOE, si hubiera querido escenificar un apoyo a las ideas
defendidas por los gobiernos francés e italiano para el Consejo Europeo de
finales de junio, podía haber promovido una declaración conjunta de los
partidos socialdemócratas del sur de Europa a dichas ideas, sin tener que
hacerse la foto con Rajoy, el jefe de gobierno que se está cargando el Estado
social español.
Así que, hilando las maniobras en la sombra de Felipe
González con la bajada de PP y PSOE en las encuestas, y unido todo esto a la
agenda del Consejo Europeo del 27-28 de junio, se me antoja que, efectivamente,
como decía Centella, de IU, este pacto parlamentario servirá para que casi todo
el centro-derecha español apoye las nuevas iniciativas neoliberales que saldrán
de dicho Consejo, quedando en segundo plano las propuestas que justificaban
dicho pacto.
Así, además, PP y PSOE comenzarían a sentar las bases de
ese futuro gobierno de coalición que ya barruntan para 2015, si al final las
encuestas dan en la diana y ni PP ni PSOE consiguen sumar los apoyos
parlamentarios para formar gobierno estable. El Gobierno de coalición PP-PSOE
ya sabemos que tiene acérrimos defensores dentro del PSOE, todos ellos adscritos
al sector social-liberal que ha vuelto a hacerse con la dirección del partido,
después del paréntesis de Zapatero.
En mi opinión, este pacto parlamentario escenifica
definitivamente el giro liberal del PSOE que, espoleado por la pérdida de votos
a su izquierda, ha decidido que es mejor pescar en el electorado de
centro-derecha, vista la pérdida de votos que experimenta el PP, votos que no son, desde luego, de izquierda. Una
vez más, de las dos almas del PSOE, la obrera y la liberal, vuelve a ganar ésta
última la batalla porque, ya lo ha dicho Rubalcaba, “el PSOE es un partido de
gobierno y no de oposición”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario