Porque el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y su maternidad no lo controla ningún estado, ningún gobierno, ninguna iglesia.
La reforma de la ley del aborto de Gallardón es un atentado contra las mujeres y nuestros derechos, por ello, el 8 de marzo tomaremos las calles de Madrid y del resto del estado para plantarles cara y reivindicar un aborto libre y gratuito.
En nuestro úteros no se legisla.
Nuestro cuerpos no se maltratan.
Nuestros derechos no se recortan.
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